martes, 30 de mayo de 2006

Party, party

El otro día jugamos al Party mientras bebíamos caipirinhas. Antes, Mami Eli nos había preparado la cenita: caracoles (yo no, que no los puedo ni ver, y ahora en todos los bares de Sevilla nada más que hay bichos de ésos, qué asco), parmiggiana (lo que hace una Erasmus en Florencia...), salmorejo con jamoncito y yo que no comía caracoles comía altramuces (iba a poner chochitos, que es como se les llama aquí, pero mejor no).
Bueno eso, el Party. Era la nueva generación de Party, y no veas, yo creo que nos equivocamos y jugamos al nivel experto. Porque a ver, ¿cómo demonios se hace con mímica "comer hamburguesas de tres pisos"? ¿Y "dejar un mensaje en el contestador"?
Y ya si tienes que dibujar ¡una incubadora! (que yo aunque tenga que dibujar una casa no lo aciertan ni a la de tres, pero es que una incubadora...) apaga y vámonos.
O describir a Xabier Arzalluz sin decir PNV, político, nacionalista ni Rh... (que también el que pensó las palabras tabú tenía mala leche ¿eh?)
Pero lo mejor fue una nueva prueba que han añadido: se trata de marcas comerciales. Si caes en esa casilla, dos miembros del mismo equipo se encargan de realizarla. Se coge una tarjeta y se lee el tema. Por ejemplo: vasos de cristal. Se cuenta Una, dos, tres, ¡ya! y los dos tienen que decir una marca sobre el tema. por ejemplo: Duralex. Si dicen la misma, superan la prueba.
Pues ahí andábamos cuando tocó esa casilla. Tema: harina de maíz. (No es tan difícil como parece, es la Maizena de toda la vida). Mira, yo no sé si serían las caipirinhas que ya más bien eran ron miel con limón, la hora, o el pavo acumulado, pero bueno, te puedes equivocar y decir una marca de harina cualquiera, o no decir nada porque no caes, pero es que allí se contó Una, dos, tres ¡ya! y Cris dijo: ¡KOIPESOL!

Sin comentarios.

domingo, 28 de mayo de 2006

Ithaki

Cuando partas hacia Ítaca
pide que tu camino sea largo
y rico en aventuras y conocimiento.
A Lestrigones, Cíclopes
y furioso Poseidón no temas,
en tu camino no los encontrarás
mientras en alto mantengas tu pensamiento,
mientras una extraña sensación
invada tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones, Cíclopes
y fiero Poseidón no encontrarás
si no los llevas en tu alma,
si no es tu alma que ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que muchas mañanas de verano haya en tu ruta
cuando con placer, con alegría
arribes a puertos nunca vistos.
Detente en los mercados fenicios
para comprar finos objetos:
madreperla y coral, ámbar y ébano,
sensuales perfumes, -tantos como puedas-
y visita numerosas ciudades egipcias
para aprender de sus sabios.
Lleva a Ítaca siempre en tu pensamiento,
llegar a ella es tu destino.
Mas no apresures el viaje,
mejor que dure muchos años
y viejo seas cuando a ella llegues,
rico con lo que has ganado en el camino
sin esperar que Ítaca te recompense.

A Ítaca debes el maravilloso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino
y ahora nada tiene para ofrecerte.
Si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó.
Hoy que eres sabio, y en experiencias rico,
comprendes qué significan las Ítacas.

Konstantinos Kavafis, poeta griego.

¿Sé ya cuál es mi Ítaca particular? ¿Es que acaso importa?
Más bien, ¿sé por dónde voy a ir? Cuando de pequeña leía la
historia de Ulises quería ser aventurera yo también, y embarcarme,
y luchar contra Cíclope, y tener un Argos que me acompañase
siempre y me reconociese cuando ni yo misma supiera hacerlo,
y tener a una Penélope tejiendo su vida alrededor de mi recuerdo,
y saber lanzar flechas entre una fila de hachas, y luchar contra
serpientes de múltiples cabezas,y resistirme al canto de las sirenas...
Últimamente pienso a menudo en que estoy a punto de
embarcarme como él, y en que no sé qué me voy a encontrar.
En que Dresden será la primera parada de mi viaje a Ítaca,
y en que espero que la ruta elegida sea la adecuada.
En que realmente necesitaré un Argos, y una Penélope, y en que
tendré que librar batallas con los Cíclopes que llevo dentro de mí.
¿Será la Ciencia mi Ítaca particular?


lunes, 22 de mayo de 2006

Undo

El otro día fui a ver a mi amiga Soli, que es casi arquitecta ya. Necesitaba "subcontratarla" para que me hiciera unos planos en Autocad, así que allá me fui, con un bote de helado (de strawberry cheescake del Häagen Dazs) a echar la tarde. Pun pun, pun pun... haciendo planitos...

Ups, me he equivocado.

Bueno, pero el Autocad tendrá "deshacer", ¿no?

Claro.

¿Qué haría yo sin el comando "deshacer"?
Momento escribiendo proyecto fin de carrera. Poniendo bonito el texto, un par de clics por allí, un par por allá... TE DESAPARECE EL TEXTO. TODO. Menos mal que existe "deshacer".
Es como un seguro de resurrección. ¿Que haces algo mal? No pasa nada, existe el amiguito "deshacer" que te lo soluciona. Como Harry Potter con la varita, pues igual. Se le da a deshacer y todo vuelve a ser bello, vivimos en el país de la piruleta y somos felices. Dependo TANTO del comandito este que a veces hasta lo quiero extrapolar a mi vida real.
¿Cuántas veces no he pensado yo después de meter la pata?:
¡¡¡deshacer Elena, deshacer, deshacer pordios!!!

Y es que yo desharía algunas cosas de mi vida. Más de una. Pero he aprendido que no, que la vida no es un texto en Word, ni un plano en Autocad. Cuando pasa algo, lo que sea, ha pasado. Y aunque quieras que todo sea como antes, no va a ser así. Y aprendes a vivir con ello. O al menos lo intentas. Que además del "deshacer", cogería la goma de borrar y borraría alguna que otra cosa. Pero no se puede. No se puede y me jode mucho, muchísimo. ¿Por qué estamos aquí, si al final no podemos ni controlar lo que más nos importa? Si no podemos tener una segunda oportunidad, si aun haciendo las cosas bien, nos salen mal. Si las peores cosas les pasan a las mejores personas. Si cuando repartieron la suerte, a algunos les dejaron sin nada.
Pues sí, yo cogería mi comando "deshacer" y arreglaría el mundo. O al menos mi mundo. O el suyo.

miércoles, 17 de mayo de 2006

17 de Mayo de 1983


Septiembre 2001. Empezábamos una nueva etapa, y resulta que el primer día de clase topé contigo. ¿Tú dónde vives? .... ¡Venga ya! Y sí, allí vivías, allí vivía yo y nos dimos miles de paseos desde casa hasta la UPO. Qué tardes. Prácticas de Ecología, contando alubias. Botánica, haciendo el herbario. Biología, os he dejado esto en ggrrrepgggrrgggrrafía. Química, ese examen traspapelado, ¡gracias mi niña!, Zoología, la niña del exorcista tiene un sólo cóndilo occipital, Matemáticas, Eulalia lo dice todo, Teoría de la Cultura, el vuelo de Anteo y la copa de champán. Claustro, se considera un borrador... Entretanto cumpliste los 19 y yo seguía contigo. En segundo, ya con un poco de experiencia a las espaldas, nos encontramos con Medio Físico, Balanyá subiéndose por las fallas y "Hagrid" que nos daba prácticas de rocas, Fisio Animal, potenciales de acción y Garbancito, Genética, empecé a definirme mientras Manué se enrollaba con el cable del teléfono, y Monje nos contaba los "minolles" de moléculas de la PCR, MA y Sociedad, el diario de Raquel, Derecho Admtvo, Curro "se iba del cuarto", Dcho Penal, el embutido andante copiaba esquemas y más esquemas... Cultura, Patrimonio y MA, el famoso diccionario Agustín Coca-Castellano, Castellano-Agustín Coca. Fue por ahí cuando cumpliste los 20, empezábamos con los patitos y creo que lo celebramos en tu campo, creo. En tercero llegó el agobio y yo me cambié de clase: Biología del Comportamiento y la danza de las abejas, Fisio Vegetal, Fresita and company, Ismael Serrano en clase, Desi la de Verano Azul... sólo nos faltó el Albornoz, Bases de la Ingeniería Ambiental, bases para los amigos, empezaste a definirte mientras Ilde nos martirizaba con las operaciones unitarias, qué cruz, SIG, ese proyectazo, de San José a Sevilla, de Sevilla a San José, crisis superadas una vez más con éxito, Sistemas Ecológicos, ese Luis "Focos" campeón, ha acabado en la orla y todo, Microbiología, mi gran amiga Belén y esas tardes siendo jefas de prácticas, ¿recuerdas?. Andabas cumpliendo 21 cuando llegó el calor a Sevilla un año más y nos acosaban los exámenes. En cuarto todo cambió, porque no sólo me cambié de clase, sino de país. Pero también pasaron cosas: salir un jueves e intercambiar papeles...¿quién es ahora la esponja?, comer muchos Berliner mientras paseamos por Hamburg, la noche más fría de mi vida, desayunar un Kebap, tomar un cubata sin hielo y en taza de desayuno, criticar al prepotente, que nos cayera la nevada del siglo encima, pagar 3€ para subir a una torre y bajar corriendo... Un poco más tarde cumplías los 22, los dos patitos, y yo seguía lejos. Pero llegó quinto, y todo siguió igual, mucho mejor incluso. Muchas capirinhas, mucho tintito, poco ir a clase... OT: tú ni siquiera vas, y yo a Gonzalo ya "le quiero mucho", Toxicología, con el examen más surreal del mundo, RRNN, Virginia es de sexualidad indefinida, Proyectos, ¡¡¡cuidado Alejandro!!! Proyecto fin de carrera, tú entre tortitas y yo entre gusanitos, si parece que nos los vamos a comer pordios. En fin, y hoy cumples los 23 y sigues diciendo los refranes mal, y sigues teniendo ese pavo con el que tanto me río, y seguimos pendoneando un lunes, un martes o el día que haga falta, y sigo interrumpiéndote, y seguimos escribiéndonos SMS a horas intempestivas, y seguimos siendo grandes o chicas, según se mire, y seguimos persiguiendo sueños y a veces cumpliéndolos, y sigo con mis paranoias y tú aguantándome... y seguimos como el primer día. Sé que una de las cosas que más echaré de menos en los próximos cuatro años será vivir a dos minutos de tu casa, pero esto ya te lo he dicho, ¿no?
Feliz cumpleaños.

lunes, 15 de mayo de 2006

Érase una vez un libro

Hace un par de días terminé de leer Memorial del convento, de José Saramago. Ya había leído bastante de él: Ensayo sobre la ceguera, El hombre duplicado, Las intermitencias de la muerte... No sé si Memorial del convento es el que más me ha gustado. Creo que es el que más he sentido, quizá por mi situación personal actual. Cada dos o tres párrafos me decía a mí misma: ¡pero qué bien escribe este hombre pordiosdemivida! Es capaz de describir un encuentro sexual completo, con orgasmo incluído, mientras describe una procesión de Cuaresma. Brutal.
Tiene perlas repartidas por todo el texto, como si comiendo una tableta de chocolate te encontrases con almendras inesperadas.

Relata la construcción de un convento, al menos eso es lo que pone la contraportada. Y sí, la describe, y describe también a la Iglesia, con ese sarcasmo suyo tan ácido, tan genial. [...] cuando Adán y Eva fueron creados tanto sabía uno como otro, y cuando los expulsaron del paraíso, no consta que hubieran recibido del arcángel una lista con los trabajos del hombre y los trabajos de la mujer, a ésta sólo se le dijo, Parirás con dolor, pero hasta esto se acabará un día [...]

Relata cómo la mayoría se contenta con lo que tiene, mientras que unos cuantos -locos o demasiado lúcidos- deciden, literalmente, intentar volar. [...]Pero la mayor sabiduría del hombre sigue siendo el contentarse con lo que tiene, mientras no inventa algo mejor [...]

Relata, sobre todo, el amor entre Sietesoles y Sietelunas. Un amor limpio, simple, sin palabras de amor. Sietesoles de apodo [...] pero es un constante sol para esta mujer, no porque siempre brille, sino por existir, escondido de nubes, tapado de eclipses, pero vivo, Santo Dios, y le abre los brazos, quién, los abre él a ella, los abre ella a él, ambos, son el escándalo de Mafra [...] o puede que sean estos dos los únicos seres humanos que como son se ven, es ése el modo más difícil de ver, ahora que están juntos hasta nuestros ojos son capaces de ver que se han vuelto hermosos. [...]

No puedo más que recomendarlo.

sábado, 13 de mayo de 2006

La primera última

Creo que ha sido la primera con sobrenombre de "última de la carrera". La excursión que hicimos jueves y viernes, digo. Hemos ido a la Costa del Sol ha hacer las prácticas de campo de OT. A ver qué NO se debe hacer en una costa. Hemos tenido espontáneos que se nos unían a la explicación. (Supongo que un grupo de 74 alumnos liderados por un profesor con sombrero de paja y megáfono llama la atención).


Hemos tenido un concurso con premios. Hemos tenido una botellona con profes (para que luego digan de la juventud). Hemos tenido mucho autobús. Hemos tenido espectáculo floclórico. Hemos dormido en un poblado indio. Hemos compartido el poblado indio con niños de 3 a 6 años. Hemos hecho encuestas a los lugareños. Hemos medido perfiles de playa. Hemos aprendido cómo destruir una costa. Pero yo, sobre todo, he aprendido que esto se está acabando. Esta excursión, como digo, sólo ha sido la primera. También vendrá la última clase, la última práctica, el último examen, la última revisión, el último trabajo, la última tutoría... pero, por desgracia, también el último café, la última tumbadita en el césped, la última falta a clase, los últimos minutos entre clase y clase, las últimas esperas al solecito, las últimas risas en clase y fuera, los últimos días con mis compañeros. Comentábamos, con copa en mano y junto a los profesores, que estamos en la crisis de fin de carrera. (Que junto con la post-erasmus debería estar reconocida médicamente, reivindiqué). Que nos daba alegría, que nos daba miedo. Que nos aliviaba, que nos provocaba angustia. Que con todo lo que hemos odiado ir a la UPO, ahora ya casi la echábamos de menos. Que el año que viene cada uno tirará por su lado. Que sólo tendremos una orla en la que pondrá nuestro nombre y apellido. Y me da tanta pena que se me acaben ESTOS 5 años... pero tengo tantas ganas de que se acaben ESOS 5 años... que no son iguales pero son los mismos.

sábado, 6 de mayo de 2006

Barfuss



Inspector: Así que se llama Leila, viste un blusón blanco y no lleva zapatos.

Directora: No, va descalza.

Inspector: Eso he dicho.

Directora: No, usted ha dicho que no lleva zapatos, y Leila va descalza; es distinto.

[Extracto de 'Barfuss'
Director: Til Schweiger, año 2005]


La vida nos obliga continuamente a encarcelarnos. Tenemos que vivir en una casa, viajar en un coche, un avión o un tren, tenemos que vestir ropa y calzar zapatos. Tenemos que estudiar en un aula, comer en restaurantes y escuchar música en auditorios. Esto nunca me ha gustado, y añoro mis vacaciones infantiles, cuando salía de casa a las 10 de la mañana y sólo aparecía para almorzar y cenar. Cuando me pasaba el día al aire libre, por el pueblo con mis amigos, yendo de arriba a abajo, reuniéndolos a todos, para ir al río, o a la chopera, o a la era a tumbarnos. Cuando me iba con mi padre de excursión por la sierra, aprendiendo a amar la montaña. Quiero salir de las cárceles en que me encuentro. La primera, la de mi mente, y la siguiente, la de mis zapatos. Reivindico el placer de andar descalza por la vida...

viernes, 5 de mayo de 2006

Hace un año



Hace un año, yo estaba en Hamburg, pensando ya más en el fin de mi Erasmus que en el principio. Hoy me he puesto a revisar fotos, hacía tiempo que no las sacaba, y una mini-recaída en la depresión post-Erasmus, me ha hecho rescatar los CDs y echarles un vistazo. Hace un año empezó a acabarse el mal tiempo en Hamburg. Empezábamos a ir al parque a tumbarnos al sol, empezábamos a "grillen in Stadtpark", a cambiar abrigos por chaquetas y a guardar las bufandas. Hace un año salí a dar un paseo porque creía que iba a salir el sol. No fue así exactamente, pero disfruté del paseo y de la compañía de la que era (y es) mi ciudad. Salí de mi casa en Borgfelderstrasse y tiré hacia el centro, dirección Rathaus. Llegué a Hauptbahnhof y curioseé en los puestos de flores que tanto gustan a los alemanes. Seguí caminando hasta llegar al Rathaus y luego volví sobre mis pasos para darle la vuelta al Binnenalster, el lago que está en el centro de la ciudad. Recorrí Jungfernstieg, pasé por delante del hotel Vier Jahreszeiten y llegué al Kennedy-Brücke. Decidí seguir el paseo por el Aussenalster, la continuación del lago más allá del centro. Ya había gente navegando, y, como siempre, gente haciendo deporte por las orillas. Caminé un poco por la orilla Oeste, como hasta la embajada americana. Volví y crucé el Kennedy-Brücke. Seguí caminando por la orilla Este del Binnenalster y al final, llegando de nuevo a Jungfernstieg, me encontré con esto:



No saldría el sol, pero a mí me mereció la pena el paseo.

miércoles, 3 de mayo de 2006

Querido diario

¡Vaya día, madredelamorhermoso, vaya día....!
Me levanto, me ducho, desayuno, salgo hacia la Universidad, vuelvo a entrar porque he olvidado la carpeta (sí, es muy triste), mi madre aprovecha y doblamos unas cuantas sábanas, vuelvo a salir (esta vez con carpeta y sin tiempo) bajo al garage, me resbalo en un charco de aceite manchándome el pantalón, me subo al coche, compruebo, un día más, que tiene dos dedos de mierda encima (por dentro y por fuera), salgo a la superficie, me pilla el atasco del siglo, el de delante mía no sabe frenar progresivamente y estoy a punto de estamparme unas 237 veces con su culo, llego a la Universidad, aparco donde cristo perdió el mechero, ando rápido (no estoy para correr) hasta la clase, ya ha empezado, entro, me arrepiento de entrar porque es una de las clases más soporífera a las que he asisitido, me explican por segunda vez en 3 meses qué son las metapoblaciones, termina la clase, la gente me acosa para pagarme el dinero de la excursión (en mala hora me presenté a delegada, no va por ti Florecilla;)), no me dejan ni tomarme mi Actimel, llega Macarena (¿Macarenaaa?, ¿no se llamaba Gonzalo?) y nos explica que Gonzalo está de viaje, me acuerdo de la familia de Gonzalo (¿a quién le endilgo yo ahora los 660€ de la excursión), asisto a la, sin duda, más soporífera clase que me hayan dado, consigo tomarme mi Actimel, llamo a Madrid y me confirman que estoy citada el martes 9 a las 13.30, voy pensando qué les voy a decir en la entrevista, los euros que me voy a gastar en el AVE me empiezan a doler en el bolsillo, entro en la siguiente clase, ¿pero yo no estaba estudiando Ambientales?, ¿a qué viene tanta economía?, me aburro, no entiendo ná de ná, acaba la clase, me dice el profesor que ya me avisará de la hora de recuperación para que lo avise a los demás (en mala hora me presenté a delegada, idem, Florecilla), la gente me sigue acosando para pagarme los lerus de la excursión, consigo llegar a mi siguiente clase, me cuentan algo de los georrecursos y de los geoparques, luego algo del PN Bahía de Cádiz y luego algo más sobre las Reservas Naturales, me amenazan con cambiarme el examen a un día que me viene peor imposible, salgo de la clase, yuju, puedo irme a casa, vuelvo a andar (esta vez lentamente) hasta donde cristo perdió el mechero, vuelvo a comprobar que mi coche tiene dos dedos de mierda más tres caracoles más unas 27 hojas de eucalipto encima, me pilla el atasco del siglo (segunda parte) por la SE-30, llego a mi casa, como, me siento delante del ordenador a escribir el proyecto fin de carrera, la tarde se salda con un avance de unos 3 párrafos y medio, me asalta la duda de mi vida: ¿lo escribo a tamaño 11 o a tamaño 12?
Qué día...

lunes, 1 de mayo de 2006

Ensoñaciones

Esta noche he soñado que me acostaba con un hombre, y que soñábamos juntos. Al despertarme, aún en pijama, he visto en el balcón de la casa de enfrente cómo un perro blanco, marrón y negro observaba atentamente, con la cabeza ladeada, a un gorrión que revoloteaba de un barrote a otro del balcón vecino. Este gorrión, a su vez, parecía perseguir a una de esas polillas que han llenado la Feria de Abril. Yo observaba al perro. Parecía humano. El sol picaba fuerte. Ha llegado el verano; si dejas el agua correr, empieza a salir caliente. Las azoteas sevillanas acaparan todo el Lorenzo. El sol picaba, digo, y yo, en pijama, recordaba mi sueño junto al hombre con quien soñé que dormía. Quizá todo ha sido un sueño y alguien me observaba a mí, en pijama, mientras yo observaba la cabeza ladeada del perro que no dejaba escapar al gorrión, que perseguía a la polilla.