Esta noche he soñado que me acostaba con un hombre, y que soñábamos juntos. Al despertarme, aún en pijama, he visto en el balcón de la casa de enfrente cómo un perro blanco, marrón y negro observaba atentamente, con la cabeza ladeada, a un gorrión que revoloteaba de un barrote a otro del balcón vecino. Este gorrión, a su vez, parecía perseguir a una de esas polillas que han llenado la Feria de Abril. Yo observaba al perro. Parecía humano. El sol picaba fuerte. Ha llegado el verano; si dejas el agua correr, empieza a salir caliente. Las azoteas sevillanas acaparan todo el Lorenzo. El sol picaba, digo, y yo, en pijama, recordaba mi sueño junto al hombre con quien soñé que dormía. Quizá todo ha sido un sueño y alguien me observaba a mí, en pijama, mientras yo observaba la cabeza ladeada del perro que no dejaba escapar al gorrión, que perseguía a la polilla.
lunes, 1 de mayo de 2006
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5 comentarios:
No dejes nunca de soñar así, porque que sea real o no, es lo de menos. Me encanta tu sensibilidad en este post. He sentido de pronto ganas enormes de irme a dormir y soñar como tú.
Tsu Tzu soñó que era una mariposa y cuando despertó no sabía si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que soñaba ser un hombre...
El cuento chino era algo así, ¿no?
Denuedo:
A dormir se ha dicho.
Capitán:
No sé, los cuentos chinos no se me dan bien ;)
Hola. Tienes exactamente el mismo tipo de blog que yo, y es la primera vez que lo veo. Que curioso...
Bienvenido, underpressure.Siéntete como en casa, pues.
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