jueves, 28 de febrero de 2008

Padres españoles

Bueno, pues mis padres estuvieron aquí el fin de semana pasado, de jueves por la tarde hasta domingo por la tarde. Y muy bien. Entraron a mi piso nuevo (me mudé en Diciembre y ellos no lo habian visto) y se deshicieron en ooohhhssss aahhhhssss qué bonitoooooo qué luminosooooo qué grandeeeee, qué bonito lo tienes todo puestoooo. Diez minutos más tarde, mi madre ya me había reorganizado el salón y la mitad del dormitorio. Teniendo en cuenta que vivo en 60 metros cuadrados (muy bien distribuidos, eso sí), imagináos cómo fue la revolución. El resto del jueves por la tarde, los dos se dedicaron a maquinar (con mis poco apreciadas intervenciones) cómo podrían ponerme, en un solo fin de semana, el piso perfecto. Así que el viernes allá que fuimos a IKEA los tres, como el trío la la la. Y digo la la la porque pareciamos caperucita roja pero en vez de cestita con bolsa amarilla del IKEA... Tra la ra, tra la ra, ahora cojo esto, ahora cojo aquello... en fin, que nos juntamos con un carro y una bolsa amarilla hasta arriba de cosas. Y decidimos que no podíamos ya coger el mueble de 40 cm y la encimera de 1,26 m para la cocina que mi madre había planeado para dejarme 'una cocina como Dior manda'. Asi que llamamos a un taxi (no habrán ustedes comprado mucho, no?- me dijo la del radiotaxi dresdenense) y nos fuimos a casita. Mi madre se quedó allí empezando a organizar las compras, pero claro, mi padre y yo VOLVIMOS AL IKEA. Sí sí, dos veces en un día, habéis leído bien, amiguitos. Volvimos a recorrer toooooooooooooodas las secciones y llegamos al sitio donde se cogen los muebles. Cogimos, pagamos y fuimos al Baumarkt (el leroy merlin pero que en Alemania tienen mil en cada ciudad, es que son muy 'do it yourself' estos alemanes) a cortar la encimera. Volvimos a llamar a un taxi (la misma chica me volvió a preguntar si habíamos comprado mucho, qué vergüenza más gorda) y nos fuimos a casa. Al llegar mi madre se había transmutado en un torbellino y yo empecé a añorar mi casa toda en orden y sin nada por medio. En fin. Para cenar me los llevé al restaurante que está debajo de mi casa, muy rico todo, pero estábamos reventados. El sabado mi padre y yo montamos el mueble de la cocina (con sus correspondientes equivocaciones, desmontes y vueltas a montar), pusimos las encimeras y terminamos de hacer agujeros para colgar cuadros y demás cosas, mientras mi madre se ocupaba de limpiar las ventanas con agua y jabón, por dentro y por fuera (es que los españoles somos mu limpios, y he de reconocer que las ventanas tenían una poca de mierda), y me revolucionaba el dormitorio y la cocina. Dimos los ultimos retoques, cenamos una buena tortilla con atún y luego nos fuimos de copas al Blue Note, donde tocaba un chaval canario que nos gustó mucho. Mi madre se animó y nos convenció para tomarnos la penúltima, así que allí me ves con mis padres en un local de jazz de Dresden... joder qué bien me lo pasé.
El domingo, día del Señor, nos lo tomamos de asueto y como hacía un día de cambio climático nos fuimos a disfrutar de los rayos ultravioleta del sol sajón. Luego fuimos a la fiesta de cumpleaños de Paula, que cumplía un año, y mi padre se soltó hablando inglés con mi jefe... im-presionante. Luego los monté en un taxi para que fueran al aeropuerto, ya que se empeñaron en que yo no fuera.

Yo volví a mi casa, admiré lo bonita que ha quedado y empecé a echarles de menos.

lunes, 25 de febrero de 2008

Aprender a traducir

La verdad, no sé cómo comentar la foto... así que os lo dejo a vosotros. A mí sólo se me ocurre... WTF?!?!?!
Visto en un hotel NH en Londres.

sábado, 16 de febrero de 2008

Bechamel

Dior... pero qué requeteorgullosa que estoy de mí misma, coñoya!!!

Ayer hice la primera bechamel de mi vida, salió que ya quisiera Arzak, y además di de comer a cinco personas con una receta que hacía también por primera vez en mi vida...

Si es que esos pequeños triunfos... oh yeah!

jueves, 14 de febrero de 2008

Rara

Estas dos ultimas semanas han pasado muy rápido. Quizá demasiado.
Todo empezó, por así decirlo, con un manuscrito que le llegó a mi jefe el lunes 28 para que lo revisara, de la revista Current Biology (él es revisor de este journal). Sólo le mandaron el abstract, que es un pequeño resumen antes del cuerpo principal del artículo. El título, el abstract y los resultados eran exactamente iguales a lo que el papá de martinlúter y otro postdoc llevaban un tiempo investigando y pensaban mandar a alguna revista más pronto que tarde. Mi jefe llamó al editor, y le dijo que no podía revisar el manuscrito porque él pensaba enviar lo mismo la próxima semana, así que el editor le dijo que vale, que lo mandara antes del viernes y que pasarían los dos artículos a revisión directamente (la historia, he de decir, es muy buena y creo que a la revista le conviene publicarla). Así que en menos de una semana, el papá de martinlúter y Mathias tuvieron que hacer un artículo prácticamente desde cero. Fue una semana intensa, pero finalmente el viernes mandaron el manuscrito a la revista. Como descanso, me fuí con el papá de martinlúter a Praga el fin de semana. Fuimos el sábado y volvimos el domingo (está a dos horas en tren, así que es un viaje cómodo). La verdad es que fue un gran viaje. Nos lo pasamos muy bien, Praga me encantó aunque estuviera lleno de españoles ruidosos, y además nos hizo un tiempo estupendo. El lunes, de vuelta al lab y a raíz de un tema que ya habiamos hablado con anterioridad, discutí con él. El martes y el miércoles apenas hablamos y cuando finalmente lo hicimos el miércoles, decidí que hasta aquí habíamos llegado, y rompimos. Así tal cual.
El jueves a mediodía yo me iba a Londres con mi familia, asi que alla que fui. De camino al aeropuerto me encontré con la jefa de pedidos del instituto que iba a ver a su marido a un pueblecito cerca de Stansted. La señora tiene como 65 anyos y se pasó toooooodo el camino hasta Stansted charlando (y yo escuchando y asintiendo). Me vino bien porque asi no pensaba mucho, pero al llegar a Stansted lo único que quería era hablar en espanyol con mi familia sobre lo que habia pasado. Pero en el tren de Stansted al centro de Londres mi padre me dio la mala noticia, y es que un tío mío, hermano de mi madre, había muerto hacía un par de días. No sería taaaaaan terrible si no fuera porque es el segundo que nos deja en menos de seis meses. Mi madre estaba destrozada. Así que todos mis problemas quedaron absolutamente eclipsados. En Londres lo pasamos muy bien. Al menos estábamos todos juntos y eso hizo que todo pareciera algo menos terrible. Por fin el domingo pude encontrar el momento de hablar con mi padre y luego con mi madre. Les conté la situación y me escucharon y aconsejaron. El domingo por la noche, pensando en la vuelta al lab el lunes, todo me daba algo de miedo. No por verle a él, sino por la situacion extraña y tensa que seguro que habría. Y así ha sido exactamente: extraño y tenso. Ahora él lo único que quiere es irse de Dresden. Ya ha discutido con el jefe sobre eso, se han cabreado los dos y prácticamente parece que el asunto ha terminado en que a finales de Marzo, cuando él defienda su tesis, se va.
Y fíjate que yo estoy bien. Que estoy a gusto con la decisión que he tomado. Pero ahora todo es como muy distinto. Hasta ahora Dresden era mucho 'él', y ahora resulta extraño hacerlo todo sola. Pero no estoy mal.

Sólo rara.