Me fui el martes a Brno, en plan friki, al monasterio donde Mendel hizo sus experimentos con los guisantitos. Después de siete horas en bus, llegamos al hotel y nos llevaron a cenar a un restaurante en el que tardaron una hora y media en traernos la comida. Pero ¡ay de nosotros! a partir de ese preciso instante en el que nos pusieron el plato por delante no paramos de comer hasta hoy al mediodía. Nos acostamos temprano y a la mañana siguiente nos desplazamos al Mendel Center (en el monasterio) y empezamos con las charlas. Tres charlitas, café con pasteles, tres charlitas, a comer a una fábrica de cerveza (Starobrno). Luego visitamos el Museo Mendel y la biblioteca donde el amigo Gregor estudiaba y luego dos horitas de poster session. Tuve que explicar el mío unas cinco seis veces y cada vez iba ganando más confianza. Todo esto regado con cervecita y comida a punta pala. Nivel basal de glucosa: por las nubes.
Luego nos llevaron a cenar a unas catacumbas. No miento. Ambientación medieval. Carne de no sé qué animal troceada como Dios les dio a entender, todo por supuesto con sus cervecitas a precio de agua. De postre me trajeron un pedazo de tarta con una bengala y me cantaron Happy Birthday. Me firmaron una tarjeta con un ADN en la portada y yo muy homesick me dejé llevar por la noche. Trasladamos la fiesta a un pub donde el DJ podría haber sido sustituido por una lista reproducción del iTunes y bueno, jugamos unas partiditas de taka taka y nos fuimos al hotel.
Fue duro a la mañana siguiente volver a desplazarse al monasterio, pero más duro fue aguantar tres charlas, café con pasteles, cinco charlas y más comida todavía. Para bajar el nivel de colesterol en sangre y de alcohol en hígado, fuimos a visitar Brno. Bonita pequeña ciudad, no puede negar su reciente pasado comunista. Gente amable y esfuerzos por adecentarla con respecto al resto de Europa. Subimos al castillo de Spilberk y miramos dentro de un pozo de 190m de hondo. Volvimos al monasterio y, siendo frikis del todo, nos hicimos una foto con Mendel y sus guisantes. Ya os la enseñaré. Dos horitas de poster session y algunas ideas para mi proyecto. Y luego, cómo no, a seguir comiendo. Nos montamos en el bus y tras una hora de trayecto hasta lo más profundo de Moravia llegamos a unas bodegas donde, nada más entrar, la bofetada de alcohol nos hizo caer borrachos. Probamos unos 10 vinos distintos y luego nos dieron de comer grasa en todas sus variantes (torreznos, para extenderla, en butifarra blanca y negra, en salchicha, en morcilla...). Esta vez no hubo cerveza, sólo vino, y también música folklórica checa. Un poco saturados de CCC (Ciencia, cerveza y cerdo) nos fuimos a dormir. Esta mañana, carretera y manta.
Home sweet home.
Luego nos llevaron a cenar a unas catacumbas. No miento. Ambientación medieval. Carne de no sé qué animal troceada como Dios les dio a entender, todo por supuesto con sus cervecitas a precio de agua. De postre me trajeron un pedazo de tarta con una bengala y me cantaron Happy Birthday. Me firmaron una tarjeta con un ADN en la portada y yo muy homesick me dejé llevar por la noche. Trasladamos la fiesta a un pub donde el DJ podría haber sido sustituido por una lista reproducción del iTunes y bueno, jugamos unas partiditas de taka taka y nos fuimos al hotel.
Fue duro a la mañana siguiente volver a desplazarse al monasterio, pero más duro fue aguantar tres charlas, café con pasteles, cinco charlas y más comida todavía. Para bajar el nivel de colesterol en sangre y de alcohol en hígado, fuimos a visitar Brno. Bonita pequeña ciudad, no puede negar su reciente pasado comunista. Gente amable y esfuerzos por adecentarla con respecto al resto de Europa. Subimos al castillo de Spilberk y miramos dentro de un pozo de 190m de hondo. Volvimos al monasterio y, siendo frikis del todo, nos hicimos una foto con Mendel y sus guisantes. Ya os la enseñaré. Dos horitas de poster session y algunas ideas para mi proyecto. Y luego, cómo no, a seguir comiendo. Nos montamos en el bus y tras una hora de trayecto hasta lo más profundo de Moravia llegamos a unas bodegas donde, nada más entrar, la bofetada de alcohol nos hizo caer borrachos. Probamos unos 10 vinos distintos y luego nos dieron de comer grasa en todas sus variantes (torreznos, para extenderla, en butifarra blanca y negra, en salchicha, en morcilla...). Esta vez no hubo cerveza, sólo vino, y también música folklórica checa. Un poco saturados de CCC (Ciencia, cerveza y cerdo) nos fuimos a dormir. Esta mañana, carretera y manta.
Home sweet home.
6 comentarios:
Eso del CCC me ha molado :-D
Felicidades atrasadas!!!
Que estos días he estado mu liado y se me ha pasado!!lo siento!!!
Que espero que lo celebraras a lo grande y te lo pasaras super bien y que sigas persiguiendo sueños y que seas muy feliz y....
Un beso
Gracias Carlos! No te preocupes... un besote a ti también
Ahm... Felicidades guisanteadas, espero q sobreviviera tú hígado y el nivel de colesterol no se pegara mucho a las paredes de las venas =)
Felicidades niña, yo también soy Sagitario, del 21 sólo que este año hago 40.
Oh, dios mío...
A dieta estricta estoy!
Gracias a las dos. Sá, treintaydiez, mujer!
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