Ayer tuve un día de mierda. Fue un día de mierda más entre otros tantos, desde hace unas semanas. Hoy está siendo otro día de mierda, y mañana probablemente también.
Pero ayer hacía sol, y estuve todo el día pensando que, al menos, era jueves, y jueves significa frisbee. Al menos, podría estar tres o cuatro horas corriendo en el parque jugando al frisbee. Al menos podría desconectar y soltar un poco de la rabia acumulada lanzando el disco. Era lo único bueno que iba a tener el día de ayer. Y no pude jugar. And I couldn't f*ucking play. Da igual por qué, importa el qué: no-pude-jugar.
Estaba TAN furiosa. Caminaba de extremo a extremo del campo, intentaba auto convencerme de que no me dolía tanto, de que se me iba a pasar y podría jugar. Pero no pude. Lo único bueno de mi día, ni siquiera ocurrió. Y tuve que estar ahí sentada, viendo cómo los demás jugaban. Y me puse aún más furiosa.
Hacía años (exactamente 6) que no estaba tan furiosa por algo. Evidentemente, en el caso de ayer el motivo no sólo era que no pude jugar. Evidentemente. Pero la rabia que sentí me recordó tanto a aquellos días que me puse aún más furiosa.
Luego decidí que ya era suficiente sufrimiento no poder jugar como para encima estar ahí viendo a los demás. Cogí mi bici y me fui a casa. Lloré por el camino, lloré cuando llegué a casa y lloré en la ducha. Y después de todo eso, cuando creí que nada malo podría pasar, porque al día le quedaban 2 horas, tuve que hacerle un favor a alguien que ni siquiera me cae bien. Y volviendo a casa lloré, y me acosté y lloré.
Y todo (incluyendo el día de mierda de hoy) hubiera sido tanto mejor si ayer hubiera podido jugar...
Pero ayer hacía sol, y estuve todo el día pensando que, al menos, era jueves, y jueves significa frisbee. Al menos, podría estar tres o cuatro horas corriendo en el parque jugando al frisbee. Al menos podría desconectar y soltar un poco de la rabia acumulada lanzando el disco. Era lo único bueno que iba a tener el día de ayer. Y no pude jugar. And I couldn't f*ucking play. Da igual por qué, importa el qué: no-pude-jugar.
Estaba TAN furiosa. Caminaba de extremo a extremo del campo, intentaba auto convencerme de que no me dolía tanto, de que se me iba a pasar y podría jugar. Pero no pude. Lo único bueno de mi día, ni siquiera ocurrió. Y tuve que estar ahí sentada, viendo cómo los demás jugaban. Y me puse aún más furiosa.
Hacía años (exactamente 6) que no estaba tan furiosa por algo. Evidentemente, en el caso de ayer el motivo no sólo era que no pude jugar. Evidentemente. Pero la rabia que sentí me recordó tanto a aquellos días que me puse aún más furiosa.
Luego decidí que ya era suficiente sufrimiento no poder jugar como para encima estar ahí viendo a los demás. Cogí mi bici y me fui a casa. Lloré por el camino, lloré cuando llegué a casa y lloré en la ducha. Y después de todo eso, cuando creí que nada malo podría pasar, porque al día le quedaban 2 horas, tuve que hacerle un favor a alguien que ni siquiera me cae bien. Y volviendo a casa lloré, y me acosté y lloré.
Y todo (incluyendo el día de mierda de hoy) hubiera sido tanto mejor si ayer hubiera podido jugar...
6 comentarios:
Odio esas ocasiones en las que una rabia soportada en el inconsciente durante mucho tiempo pasa al consciente y se convierte en una pelota cada vez más gorda porque tú misma la engordas con las "rabias" de otras cosas que te ocurren a lo largo del/os día/s. Pero tranquila porque no todos los días son una mierda absoluta, y probablemente encontrarás en los próximos días alguna cosa que te haga empequeñecer la pelota que se te ha formado. Sólo hay que fijarse en esas pequeñas cosas y no ver sólo mierda, mierda, mierda. ;-)
La reflexión duele. Pero se pasa y después aun los días malo lo recordaras como algo bueno que te paso.
Llevo unas horas pensando qué responderte, pero no se me ocurre nada.
Lo único que sé ciertamente es que esto es una etapa y que sé que la vas a superar. Estoy muy seguro.
Seguro que a día de hoy ya todo es agua pasada pero por si otra vez pasa recuerda a los Monty Python y su Bright Side of Life.
A mí me funciona
Rachas, etapas, épocas... sé que no hemos hablado mucho últimamente pero también sé que estás regulín desde hace tiempo. Ya verás como todo es una de esas rachas y dentro de bien poquito cambia el viento, por sí solo o dándole tú un empujoncito.
Un beso enorme y muchomuchomucho ánimo
a veces la belleza desaparece
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