viernes, 24 de septiembre de 2010

Almost there

No me reconocí a mí misma cuando ayer dije:

"Ea, y ahora ya sólo tengo que terminar de escribir la tesis, pero eso ya es una tontería. Y la semana que viene, libre."

Nunca hubiera pensado que 'terminar de escribir la tesis' (que se dice pronto) se convertiría en 'una tontería'. Pero, amigo, qué gran amiga puede ser la perspectiva. Ayer, exactamente tres semanas después de mandar la revisión de mi artículo a la revista, nos llegó un e-mail del editor diciendo que estaba aceptado 'pending some minor text modifications'. Y ahí estaba Elena, con el corazón como una estampida de búfalos, llorando como una gilipollas sin saber a quién llamar, qué hacer, si gritar o no (no grité porque estaba en la biblioteca, pero al salir me desquité).

No sé qué va a pasar cuando mi nombre salga en el PubMed :)

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pequeño concurso

Me voy a copiar vilmente de Tall&Cute y voy a lanzar una pregunta al aire. Tengo que depositar mi tesis la semana que viene y aunque tengo bastante claro la frase que voy a poner de apertura de la misma, ahora a última hora me están entrando dudas, y quiero saber vuestra opinión.
De momento, va ganando la única concursante, yo, con los versos de Antonio Machado:

Caminante, no hay camino,/ se hace camino al andar. / Caminante, no hay camino, /sino estelas en la mar.


Hala, se abre la veda. Qué cita o frase célebre debo poner en mi Tesis Doctoral?

lunes, 20 de septiembre de 2010

Gracias

Estimada Señora Montero,

En estos momentos me hallo finalizando mi tesis doctoral en Alemania, donde vivo desde hace cuatro años. El tema de la misma es biológico: Divisiones celulares orientadas en el desarrollo temprano del pez cebra. Nada interesante, si puedo serle sincera. No me está resultando excesivamente difícil escribirla, pues he trabajado duro estos cuatro años, y las palabras van saliendo con naturalidad. Lo que más me está costando es ese apartado maldito, los Agradecimientos.
Para mí, si puedo volver a serle sincera, el más importante de la tesis. Una tesis doctoral no es sólo redactar las ciento y pico páginas. Una tesis doctoral en investigación básica supone muchas frustraciones, muchísimos malos momentos, muchas lloreras escondida en las escaleras de emergencia con un brazo amigo sobre los hombros. Los experimentos no salen, vuelven a no salir, siguen sin salir. Y uno piensa que nunca, nunca va a terminar el doctorado. Pero llega el día en que haces el último experimento, publicas tu artículo en una revista de alto impacto, llega el día en que puedes sentirte orgullosa de los cuatro años en los que has dado la vida por el laboratorio. Y no tienes dedos en las manos suficientes para contar a la gente que te ha ayudado a no saltar por la ventana más de una vez. Los amigos que he hecho aquí, Señora Montero, ¡ay! Los amigos que allí en Sevilla siguen haciéndome pensar que nunca salí de sus vidas. Que comparten conmigo horas y horas al teléfono cuando paso por malos momentos. Esos amigos, ¡ay!

Por eso hoy, al leer su columna, 'Gracias' se me han saltado las lágrimas, al igual que todas esas veces que he comenzado, sin nunca acabarlo, el apartado Agradecimientos de mi tesis. Gracias a usted por saber poner las palabras en el orden adecuado para reflejar lo que pasa por mi cabeza estos días en que reflexiono sobre los últimos cuatro años. El lunes que viene depositaré mi tesis en la Universidad, y sé que habrá un apartado Agradecimientos terminado; tiene que haberlo. Sólo espero que su contenido sea capaz de llegar al corazón de la gente que en él menciono como sus palabras han llegado al mío. Muchas gracias.

Atentamente,

Elena

lunes, 16 de agosto de 2010

Vocación científica

Escribir la introducción de la tesis está siendo un ejercicio difícil, pero muy interesante. Empiezas por releer los artículos que leíste en tus primeros meses de doctorado y a los que has vuelto de vez en cuando para comprobar cosas durante los cuatro años. Leyéndolos, por fin vas y buscas esa referencia... y la lees. Y ésta te lleva a otra, y a otra y a otra y a otra. Te das cuenta de que, si hubieras leído esos artículos hace cuatro años, quizá hubieras hecho aquél experimento antes, y definitiviamente NO habrías hecho aquel otro.

Me estoy dando cuenta de que los doctorados hoy en día se basan en la producción pura y dura. No es culpa de los jefes, pues ellos también están bajo la presión de publicar (cuanto más, mejor) para conseguir más becas, otra plaza, un tenure, un professorship, etc. Sin embargo, nos están robando a los doctorandos la alegría de descubrir por nosotros mismos qué se ha hecho, qué falló, qué funcionó, la increíble experiencia de releer a los clásicos de cada campo, de flipar literalmente con los experimentos que se hacían cuando yo anda aún colgada de las faldas de mi madre. Es toda una lección de humildad, y también la realización de que, realmente, no hay nada nuevo bajo el sol. Los experimentos que hacemos hoy en día son exactamente los mismos que hace treinta años, sólo que con mejores microscopios, más exhaustivos y con películas más molonas.

Sin embargo mi doctorado, que pronto va a haber durado cuatro años y muy poco, ha dado para un artículo (cuando se publique, si es que se publica (!) pordiosquesepubliqueometiroporlaventana).
Un solo artículo, y os prometo que no me he rascado la nariz más de lo estrictamente necesario. He trabajado básicamente seis días a la semana, una media de doce horas al día. Si hubiera dedicado al background research el año que mi doctorado hubiera requerido, hubieran sido cinco años, lo cual está fuera de los límites de mi IMPRS. (International Max Planck Research School)


No es un mal sistema, porque funcionar, funciona. Todos publicamos y todos nos vamos de Dresden con nuestro título de Doctor bajo el brazo. Sin embargo, creo que este sistema ahuyenta a los que no veníamos con las ideas clarísimas de querer hacer carrera científica. Nos metieron de lleno en el diseño de experimentos, a veces se nos dijo cuáles debíamos hacer y cuáles no, sin llegar a entender por qué sí o por qué no. Creo que si muchos de los que ahora nos planteamos dejar la investigación hubiéramos tenido la tranquilidad para leer, buscar y descubrir por nosotros mismos, otro gallo nos cantaría. Ojo, no estoy diciendo que la Ciencia pierde algo sin nosotros. Creo que más bien nuestras habilidades se han reenfocado hacia otros campos. Lo que sí estoy diciendo es que si los jefes quieren que ciertos estudiantes se queden, deberían aflojarles la correa y dejarles algo más de espacio al principio.


(Disclaimer: Hablo por propia experiencia y un n=1, es decir, yo. Y hablo desde lo que conozco, la Biología del Desarrollo en un Instituto altamente competitivo como el mío.)

viernes, 13 de agosto de 2010

Mi vida en una tira cómica

Todo estudiante de doctorado se ha reconocido en alguno (o en muchos) de las tiras de Jorge Cham, "PhD Comics"
A veces más, a veces menos. Pero hay días en los que abres los ojos como platos y piensas... cómo es posible que esta gente SEPA EXACTAMENTE qué es lo que pasa por mi cabeza.?A mí me ha pasado con tres tiras, una de ellas hace un tiempo, y dos muy seguidas. La última, hace sólo unos minutos.

Pero empecemos con la primera:
Jorge Cham decidió entonces poner a Cecilia a escribir su tesis más o menos al mismo tiempo que yo la mía, así que el otro día me pude deleitar con una descripción exacta de lo que me pasa cada día:

Y hoy, después de semana y media llegando a casa a la 1 de la mañana preguntándome: Qué hago? Como o duermo? voy y me encuentro esto:
Me consuela saber que somos muchos los que nos reconocemos en estas tiras. Gracias a PhD comics, todos estamos un poco más acompañados.