viernes, 7 de enero de 2011

Feliz año nuevo

Este Enero no soy muy consciente de que hemos cambiado de año. Quizá sea porque es la primera vez que no me he tomado las uvas en mi casa con mis padres. Desde que llegué del bosque, he pasado por todos los estados de ánimo posibles. Desde llorar cada mañana en el desayuno con mis padres hasta el día 5 por ejemplo, que bailamos el waka waka al ritmo de una banda de cornetas y tambores sevillana. Ayer por la mañana salí con mis padres a tomarme un café a la Plaza de Santa Marta. Salió el sol y decidimos sentarnos fuera. Estuvimos hablando de mi futuro y de lo que quería y no quería hacer. Fue la primera vez que conseguí mantener esa conversación sin llorar. También fue la primera vez en que sentí que yo comprendía a mis padres y ellos a mí en este asunto. Dicho así suena fatal, pero yo me entiendo.

Ahora, mientras estudio para el Rigorosum pienso en que el domingo volveré a dormir en mi cama en Dresden, vuelvo a mi otra casa :)

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