Últimamente he tenido varias oportunidades de experimentar de nuevo esa dualidad cabeza-corazón que durante tanto tiempo ha traído de cabeza a tanta gente. Yo ni siquiera me había dado cuenta de que ése era el "problema". Es decir, notaba que algo no iba bien, que había una incoherencia en todo lo que experimentaba, pero sólo me di cuenta de que mi cabeza iba por un camino distinto a mi corazón cuando escuché a Glen Hansard ponerle palabras.
Hoy, mi amigo Fran le ha puesto una imagen, que ya se dice que vale más que mil palabras.
No es ni siquiera un asunto de amor. No es ni tan siquiera un asunto de rechazo. Últimamente, ya digo, todo lo que hago (el trabajo, las amistades, mi vida social) parece tener dos vertientes. Y ya casi llego a pensar que no es simplemente que el corazón y la cabeza vayan por caminos distintos, sino que soy dos "yos" distintas. Una, la Elena que siempre he sido, y otra, la Elena en la que me he convertido en estos últimos años. Una y otra tienen sus cosas buenas y sus cosas regulares. Yo no quiero una Elena con sólo cosas buenas. Primero, es imposible; segundo, sería aburrido. Pero en estas últimas semanas me he dado cuenta de que la antigua es más "hearty" y la nueva es más "heady". Y no sé cuál me gusta más.
A lo mejor es que hoy está lloviendo. A lo mejor es que llevo toda la semana pasada oyendo Strict Joy, con cosas como esta, pero en directo. A lo mejor es que sigo sin entender a los hombres alemanes. A lo mejor es que me estoy haciendo "menos joven". A lo mejor... es que hoy está lloviendo.
Hoy, mi amigo Fran le ha puesto una imagen, que ya se dice que vale más que mil palabras.
No es ni siquiera un asunto de amor. No es ni tan siquiera un asunto de rechazo. Últimamente, ya digo, todo lo que hago (el trabajo, las amistades, mi vida social) parece tener dos vertientes. Y ya casi llego a pensar que no es simplemente que el corazón y la cabeza vayan por caminos distintos, sino que soy dos "yos" distintas. Una, la Elena que siempre he sido, y otra, la Elena en la que me he convertido en estos últimos años. Una y otra tienen sus cosas buenas y sus cosas regulares. Yo no quiero una Elena con sólo cosas buenas. Primero, es imposible; segundo, sería aburrido. Pero en estas últimas semanas me he dado cuenta de que la antigua es más "hearty" y la nueva es más "heady". Y no sé cuál me gusta más.
A lo mejor es que hoy está lloviendo. A lo mejor es que llevo toda la semana pasada oyendo Strict Joy, con cosas como esta, pero en directo. A lo mejor es que sigo sin entender a los hombres alemanes. A lo mejor es que me estoy haciendo "menos joven". A lo mejor... es que hoy está lloviendo.
2 comentarios:
No es sólo por escribir un comentario.
No es sólo por decir que me ha gustado leer lo que cuentas.
No es sólo por decirte "¡Hey! No eres la única".
Es sólo por decirte que gracias a ti he encontrado una perfecta descripción de cómo me siento: en la facultad, con mis amistades, en mi vida social.
Y por supuesto gracias a ti me doy cuenta de que ¡no es algo tan raro!
La verdad es que describes muy bien en términos humanos una versión de la famosa dualidad onda-corpúsculo,
Igual es como en la física y no hay diferencias. Si te ves o te ven de una manera u otra depende de quien y cómo te mire.
Respecto a los aleman@s..olvídalo nadie l@s entiende. Es también como en la ciencia, cuanto más te aplicas, más te das cuenta de lo que no sabes. No sé si merece la pena el esfuerzo de intentarlo, tómalos como son, no como te gustaría que fueran.
Oppss perdón por la charla.
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