La semana pasada estuvimos de lab-retreat. El lab-retreat consiste en irte con tu laboratorio a algún sitio medianamente remoto a hablar de Ciencia y a hacer otras actividades con tus compañeros. Desde que estoy aquí, había ido a lab-retreats conjuntos, con otros laboratorios, y éste ha sido el primero al que hemos ido sólo nosotros. Decidimos no hacer charlas convencionales, sino más relajadas, o chalk-talks. Sin diapositivas, sin películas, sin datos reales. Sólo tú y la pizarra. Al principio me alegré de no tener que preparar nada para el retreat. Luego me entró el miedo porque me di cuenta de que iba a estar "sola ante el peligro". Y luego, al estar ahí delante de mi laboratorio, me di cuenta de cuánto había aprendido desde que llegué a Dresden. Y bueno, como siempre mis compañeros muy involucrados en todos los proyectos de los demás. Así da gusto. Pedro y yo, que ya estamos en la recta final del doctorado, pudimos ser honestos y decir: mirad, esto es lo que tengo, me queda un año de experimentos, qué creéis que debo hacer, qué creéis que es publicable. El jefe además nos estuvo hablando de cómo pedir becas para un postdoc, y de cómo se nos presenta esto de buscar trabajo con la crisis. Por suerte o por desgracia, yo aún no tengo ni idea de qué va a ser de mí cuando acabe aquí...
Ah, y además de hablar de Ciencia, nos pagaron una sesión de karts.Foto: Yo preparada para mi primera carrera de karts.