Me he comprado una guía de Australia. Es el primer paso de un plan que no es ni siquiera un plan todavía. Pero voy a ir a Australia. Antes o después, más o menos tiempo, sola o acompañada, voy a ir a Australia. Esa guía es ahora mi mayor motivación para trabajar. Por las mañanas la hojeo mientras me tomo el café en mi salón. Brutal. Hay tantos sitios a los que tengo que ir, que me pongo nerviosa sólo de pensarlo.
Y a la pregunta de cuándo voy a ir, repito lo que le dije a un amigo: Sólo iré cuando pueda reservar mis vuelos con el título de doctora.
Oh yeah.
Y a la pregunta de cuándo voy a ir, repito lo que le dije a un amigo: Sólo iré cuando pueda reservar mis vuelos con el título de doctora.
Oh yeah.
5 comentarios:
Soy toda oídos.
Por cierto, activa el catcha, así evitaras payasos como el comentario anterior.
Vayas cuando vayas, ten cuidado con el vuelo de vuelta.
Ya sabes...
Jajaja Emilio, muy buena!
Tendré cuidado, sí. Aunque si acabo en una isla paradisíaca con uno parecido a Sawyer me dan igual el monstruo, los osos polares, los números chungos y lo que sea!
Jajajaja, bueno, es una excelente motivación para no andar con la cabeza "perdida" (xD) y luchar por lo que quieres. Ánimo, y ya verás que un día la Dra. Quesada paseará por Sidney (con Sawyer, o sin él). Un besazo.
A mi me paso algo parecido con Japón, me compré la guía como quien lo ve como un sueño inalcanzable. La leía y la re-leía, era el libro de referencia en el baño o cuando no podía dormirme.
Cuando pude ir me puse todo nervioso pensando en todos los sitios a los que me gustaría ir y el poco tiempo que tenía.
Al final fue un viaje intenso e improvisado, sorprendiéndome de cómo podía explicar a mis amigos cantidad de cosas sobre los lugares donde estábamos.
Ten cuidado porque la cosa engancha siempre paso de puntillas por la sección de viajes de la fnac.
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