jueves, 17 de diciembre de 2009

Camarero, camarero!! Una de Chiripones!!

Sábado por la mañana, desayuno rápido en casa, Garrett le pone vinagre en vez de aceite a la tostada, al coche y rumbo a Punta Umbría. Buen tiempo, cielo despejado y muchas ganas de ultimate.
Llegamos a Punta, encontramos los campos y al llegar, buscamos a nuestros respectivos equipos: yo en Budweiser, Nate en Stella Artois, Per y Garrett en Kronenberg 1664, y Alex en Heineken.
Se nota que lo más importante del frisbee es la cerveza de luego?

Cuatro partidos el sábado. Mi equipo al menos, muy bueno en todos los sentidos. Ganamos tres y perdimos uno. Conectamos desde el principio. Estaba claro que Flo sería el capitán, pero se portó muy bien, nos turnábamos para ser handlers y las chicas jugamos tanto o más que los chicos. Estuvo bien ser de las "mejores" del equipo. Se juega más, se disfruta más y también se aprende mucho.

Mucho buen rollo con los Frisbillanas, y muchas ganas de jugar con ellos alguna vez en Sevilla.
Mi familia apareció por allí a pasar el día, y en vez de sandwiches cutres pude comer paella entre partido y partido. Oh yeah. Parece que les gustó ver por fin a qué dedico mis domingos por la tarde en Dresden, ¡e incluso le compraron un disco a mis sobrinos! Mi padre se cogió una silla del chiringuito y se sentó en una esquina del campo a analizar mi juego:
Elena... vais perdiendo!!
Al acabar los partidos, a casa a ducharse, distribuir las habitaciones y a cenar al restaurante. Unos "chiripones" buenísimos y paella de nuevo!
Y luego... fiesta! Nos dieron el plan de juego del dia siguiente, y Nate y yo descubrimos que jugábamos el uno contra el otro en el primer partido de la mañana, que venía siendo a las 10.30am.
Nate: I'm gonna get you drunk so you don't beat us.
Elena: I'm gonna get YOU drunk, man.

Y así fue. Uno tras otro nos fuimos bebiendo él sus Pamperos con hielo y yo mis Legendarios con coca-cola. Al final me cansé de pedir y le enseñé a pedir en español, ¡y lo consiguió!. Incluso le dieron mejores vasos que a mí. La fiesta fue genial, bailamos hasta sevillanas...
Muy buen rollo y copas en condiciones, que en Dresden no hay manera.
A las 3.30 decidimos que mejor nos íbamos a dormir si queríamos no cagarla demasiado en los partidos al día siguiente. Al llegar a mi habitación, llamé al timbre en vez de encender la luz, lo cual no le hizo mucha gracia a Alex, que dormía como un bebé desde las 11 de la noche... espero que me lo perdonara :S
Cerré los ojos a las 4 y a las 9 el despertador estaba sonando... ¡más ultimate nos espera! Nos arrastramos como pudimos a los campos. Mi voz era un poema. Sólo de pensar en echar a correr en la arena de nuevo...
Mi equipo ganó los tres partidos, y quedamos terceros. Por primera vez alguien me pidió que jugara los puntos importante. Guess I'm getting better!
Nos perdimos la entrega de premios porque teníamos algo de prisa, pero Frisbillanas nos regaló un disco de agradecimiento por haber ido al torneo :)

Un 10 para Frisbillanas y el Chiripones 2009. Chapó. El año que viene, Ring of Fire no se lo pierde.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Sevilla con mis guiris

Llegada a Sevilla, aún hacía sol y ya eran las cinco de la tarde. Primera vez sin que nadie estuviera esperándome en el aeropuerto. Viaje en bus hasta el Prado. Llegda al hostal de los niños. Camino a casa por el Barrio de Santa Cruz, Alfalfa, Salvador, etc. Tapas "made in" mami en casa de mis padres. Garrett bromeando en inglés con mi padre, impagable. Alex saca el camarón y se pone a hacer fotos de las croquetas.

Paseíto por la Alameda, visita de cinco minutos a Foncu. Copita en el Habanilla. Empezamos, con Nate, la cata de todos los rones habidos y por haber. A casita temprano, que mañana toca turisteo.

El viernes amananece con un solazo impresionante. Desayunamos una tostada con jamón en la Alfalfa y empezamos la ruta. Salvador, Catedral, Giralda, paseo por la Avenida hasta Puerta Jerez, cafelito y de nuevo paseo por el río, hospital de la Caridad, Atarazanas, postigo del Aceite (con paradaen el escaparate de La Isla para que Alex le hicera fotos a ese pescado brutal...).

Llegada a García de Vinuesa y frito variado con manzanilla de Sanlúcar. Impagables las caras de mis guiris cuando vieron esa montaña de pescado grasiento en un papel de estraza. Nos movemos a la Bodega Morales y nos metemos una botella de Cune, unos boquerones y una tabla serrana, como debe ser.

Luego al Alcázar, con el solecito y la tranquilidad. Paseo por el Barrio de Santa Cruz. Tintito en el Salvador con Caro. Luego a la Carbonería, con lingotazo de Barceló Imperial y lectura de poesía surrealista/erótica.

De ahí vamos a casa Rafita, con sus mantecaítos, sus berenjenas y sus papas con mojo que arrasaron. De nuevo, mis niños flipados con estar comiendo en medio de la calle al lado de un contenedor. Para entonces ya se habían rendido a aceptar cualquier cosa que les pusieramos por delante para comer y beber.


Copas en la Alameda, caipirinha de ron miel en el Central, cómo no, más ron y explicación de qué cojones es un "Frito Pie". "Jamón is not fat!!" Más risas. Surrealista estar sentada en el Central con cuatro guiris y que pareciera todo tan natural, como siempre que voy allí.

Viernes por la mañana, desayuno delante de la Fábrica de tabacos, tostada con jamón, of course. Plaza de España, clase de geografía e historia, y paseo hacia el Palacio de San Telmo y luego Triana, calle Betis y el mercado. 1kg 200g de jamón serrano en paquetitos de 100 gramos envasado al vacío, por favor. Comentario de Nate: "how cool would it be to live in a city with good food?" Visita de las ruinas del Castillo de San Jorge. Speechless.
Vuelta a Plaza Nueva, café al sol en el Laredo. Camino al mesón Olalla para una comida mítica con mis padres. Según Garrett, "probably the best meal I ever had". Llenitos, heladito en Rayas y a hacer la mochila: rumbo a la costa.
A la cama sin cenar que mañana toca jugar!!

Chiripones 2009 se merece una historia aparte...

martes, 1 de diciembre de 2009

El cumpleaños que no celebré

El domingo cumplí 26.

Me levanté a las 7.30 de la mañana, tuvimos dos charlas más porque el día anterior, qué sorpresa, no nos dio tiempo a terminar con el programa. Luego visitamos el monasterio de Klosterneuburg y luego directos al aeropuerto de Viena. Embarcamos a las 14.30 y plof, llegamos a Berlín. Autobús a Hauptbahnhof, comida en el Burger King (qué triste) y tren hacia Dresden a las 18.35. Eterno. Lento. Aburrido. Al menos me terminé Slaughterhouse 5, de Kurt Vonnegut, que me ha gustado mucho. Pero lo único que yo quería era llegar a casa, tomarme una sopa y acostarme. Sí, este año no he tenido ganas de celebrar mi cumpleaños, qué pasa. Llegamos a Dresden sobre las 21.00. Llegué a mi calle, entré en mi edificio, abrí el buzón con la pequeña esperanza de que hubiera algo por mi cumpleaños, pero un triste folleto de Ikea asesinó vilmente esa esperanza. Subí mis escaleras pensando en mi sopita y mi cama y al llegar al segundo piso, en la puerta de mi casa, había un ramo de flores amarillas, una tarta de chocolate y un regalo con forma de libro. El corazón me empezó a latir con fuerza, abrí la puerta, salté por encima de los regalos, conseguí meterlos dentro de casa, metí la maleta, y de pronto me di de bruces con un Adventskalender gigante colgado de la puerta de mi salón. El corazón latía con más fuerza, me empecé a reír yo sola, el teléfono sonó, y mientras no daba crédito a nada de lo que estaba pasando, me quitaba el abrigo y hablaba con mi amiga Amparo, todo al mismo tiempo, vi otros cuatro o cinco regalos encima de la mesa de mi salón. Y el día de mi cumpleaños, el más atípico que he tenido nunca, se convirtió en un pequeño oasis de felicidad:



Moraleja: que tus amigos tengan SIEMPRE una llave de tu piso :)