La semana pasada fui a Dresden a pasar el fin de semana. Lo tenía pensado hacía tiempo, pero llegó el viernes y yo aún no había comprado los billetes. Hablando con G. por skype sobre un asunto, me dijo:
El fin de semana fue inmejorable. Vi a mis amigos, desayuné, comí, cené y me tomé una copa en mis sitios favoritos, tuvimos un partido de frisbee genial, dormí de nuevo en mi cama, me tomé un café (mi café) en mi salón...
Como decía hace poco un amigo mío, @vineeth, cada vez que voy a o vuelvo de la India no me queda más remedio que replantearme el concepto "home".
"Bueno, ya lo hablamos cuando llegues, hasta luego!"
Me di cuenta de que tenía muchas ganas de pasar tiempo en Dresden con mis amigos, así que hice la mochila en media hora y salí hacia la estación de autobuses. De camino hacia Viena pensé:"Ah, qué bien, esta noche duermo en casa."
De pronto, tuve la misma sensación que tenía al principio del doctorado cuando volvía a Sevilla desde Dresden. Esa sensación que uno tiene al final de un viaje, cuando sabe que vuelve a casa. Yo estaba volviendo a Dresden, y era exactamente eso lo que sentía; estaba volviendo a casa.El fin de semana fue inmejorable. Vi a mis amigos, desayuné, comí, cené y me tomé una copa en mis sitios favoritos, tuvimos un partido de frisbee genial, dormí de nuevo en mi cama, me tomé un café (mi café) en mi salón...
Como decía hace poco un amigo mío, @vineeth, cada vez que voy a o vuelvo de la India no me queda más remedio que replantearme el concepto "home".