Me convencieron el viernes para ir el sábado a jugar al Ultimate. Ya había ido a verlos un par de veces jugar, pero nunca me había animado. Ana y Jakob van siempre, y el viernes durante la beer hour me convencieron. No tenía nada mejor que hacer el sábado, así que les dije que iría.
El ultimate se basa en dos premisas: no contact y fair play. Es decir, no se hacen faltas y todos juegan limpio, por el mero hecho de jugar y pasárselo bien. El ejemplo que mejor ilustra esto es que no hay árbitros; son los propios jugadores los que deciden si ha sido punto o si no, si el disco estaba fuera o no, etc. Todo esto se resumen en el Spirit of ghe Game, o SOTG:
Ultimate has traditionally relied upon a spirit of sportsmanship which places the responsibility for fair play on the player. Highly competitive play is encouraged, but never at the expense of the bond of mutual respect between players, adherence to the agreed upon rules of the game, or the basic joy of play. Protection of these vital elements serves to eliminate adverse conduct from the Ultimate field. Such actions as taunting of opposing players, dangerous aggression, intentional fouling, or other 'win-at-all-costs' behavior are contrary to the spirit of the game and must be avoided by all players.*
Ayer fue la primera vez que jugaba. Casi ni me acordaba de cómo se lanzaba un frisbee, así que supuse que lo iba a coger poco durante el juego. Me harté de correr, ayudé a marcar dos puntos, me lo pasaron muchas veces más de las que imaginé en un principio, y nadie, nadie se quejó porque "los nuevos" jugáramos peor o perdiéramos puntos. El SOTG estaba presente.
Lo que quiero decir, que me estoy yendo por los cerros de Úbeda, es que me lo pasé bien jugando, jugando así. La mayoría de la gente pertenecía a alguno de los institutos científicos que forman la Biopolis Dresden, así que más o menos de vista, los conocía a todos. Pero con pocos había cruzado antes más de 15 palabras. Después de casi 4 horas jugando (acabé reventada, hoy me duele todo) nos fuimos al Biergarten de al lado a tomarnos nuestras cervecitas y charlar. Nadie, absolutamente nadie, jugó sólo para ganar. Nuestro equipo fue todo el tiempo mucho peor (llegamos a ir 3 a 10) y al final ganamos por 15-14. Y allí nadie se picó, nadie se metió con "los nuevos" y nadie maldijo por perder el disco o perder un punto. Después de cada punto más o menos, había que sustituir a alguno por algún suplente, porque éramos muchos, y nunca nadie, se peleó por salir o entrar.
Yo hace mucho tiempo que no juego a un juego de equipo, pero desde luego nunca ha sido así de apacible. Siempre recuerdo piques por perder el balón, o gritos cuando hacías algo mal, o cosas así. El caso es que me gustó mucho el deporte, me gustó mucho la compañía (que por lo que me han contado cambia cada semana) y me gustó mucho la facilidad con que transcurrió toda la tarde.
No saben lo que han hecho... ahora no se van a librar de mí... MMMUUAAAHHHJAJJAJAAAAA
El ultimate se basa en dos premisas: no contact y fair play. Es decir, no se hacen faltas y todos juegan limpio, por el mero hecho de jugar y pasárselo bien. El ejemplo que mejor ilustra esto es que no hay árbitros; son los propios jugadores los que deciden si ha sido punto o si no, si el disco estaba fuera o no, etc. Todo esto se resumen en el Spirit of ghe Game, o SOTG:
Ultimate has traditionally relied upon a spirit of sportsmanship which places the responsibility for fair play on the player. Highly competitive play is encouraged, but never at the expense of the bond of mutual respect between players, adherence to the agreed upon rules of the game, or the basic joy of play. Protection of these vital elements serves to eliminate adverse conduct from the Ultimate field. Such actions as taunting of opposing players, dangerous aggression, intentional fouling, or other 'win-at-all-costs' behavior are contrary to the spirit of the game and must be avoided by all players.*
Ayer fue la primera vez que jugaba. Casi ni me acordaba de cómo se lanzaba un frisbee, así que supuse que lo iba a coger poco durante el juego. Me harté de correr, ayudé a marcar dos puntos, me lo pasaron muchas veces más de las que imaginé en un principio, y nadie, nadie se quejó porque "los nuevos" jugáramos peor o perdiéramos puntos. El SOTG estaba presente.
Lo que quiero decir, que me estoy yendo por los cerros de Úbeda, es que me lo pasé bien jugando, jugando así. La mayoría de la gente pertenecía a alguno de los institutos científicos que forman la Biopolis Dresden, así que más o menos de vista, los conocía a todos. Pero con pocos había cruzado antes más de 15 palabras. Después de casi 4 horas jugando (acabé reventada, hoy me duele todo) nos fuimos al Biergarten de al lado a tomarnos nuestras cervecitas y charlar. Nadie, absolutamente nadie, jugó sólo para ganar. Nuestro equipo fue todo el tiempo mucho peor (llegamos a ir 3 a 10) y al final ganamos por 15-14. Y allí nadie se picó, nadie se metió con "los nuevos" y nadie maldijo por perder el disco o perder un punto. Después de cada punto más o menos, había que sustituir a alguno por algún suplente, porque éramos muchos, y nunca nadie, se peleó por salir o entrar.
Yo hace mucho tiempo que no juego a un juego de equipo, pero desde luego nunca ha sido así de apacible. Siempre recuerdo piques por perder el balón, o gritos cuando hacías algo mal, o cosas así. El caso es que me gustó mucho el deporte, me gustó mucho la compañía (que por lo que me han contado cambia cada semana) y me gustó mucho la facilidad con que transcurrió toda la tarde.
No saben lo que han hecho... ahora no se van a librar de mí... MMMUUAAAHHHJAJJAJAAAAA
Por cierto, un par de fotillos e información de lo que ocurre cada domingo en Dresden...
*Ultimate se ha basado tradicionalmente en un espíritu de deportividad que responsabiliza a cada jugador para que practique un juego limpio. Se anima a jugar competitivamente, pero nunca a costa de romper el mutuo respeto entre jugadores, el seguimiento de las reglas o la simple alegría por jugar. La protección de estos elementos vitales sirve para eliminar del campo de ultimate las conductas adversas. Acciones como reírse de los oponentes, agresiones peligrosas, faltas intencionadas o cualquier otro comportamiento para "ganar a cualquier precio" son contrarias al espíritu del juego y todos los jugadores deberán evitarlas.