sábado, 30 de diciembre de 2006

Felicitación de año nuevo

Esto es lo que mi amiga Radi me desea para el año nuevo...



Nota: atención a la foto... a eso es a lo que nos hemos dedicado los cinco años de carrera: a hacer el mengui

viernes, 29 de diciembre de 2006

Juegos para no dormir

Ya contaba una vez cómo Cris nos alegró una noche de Party con caipirinhas. Pues ayer nos volvimos a reunir en casa de mami Eli, como siempre. Pedimos unas croquetas y unas pizzas por teléfono y allí que empezamos a jugar al Catán (nombre real Los Conquistadores de Catán). Además, para no perder la costumbre y para que se me olvide a mí el ron tan malísimo que venden en Alemania, teníamos por allí una botella de ron del bueno, del que me gusta a mí.
A la mitad de la segunda partida y después de liarnos por n-ésima vez cogiendo ovejas, madera, barro, trigo y pedruscos, y de construir poblados donde no se podía, Cris sentenció:

¡Es que esto de jugar al Legendario bebiendo Catán...!

Y tanto Cris, y tanto.

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Lo que hace el alcohol

No. Aún estoy en estado de shock. Para explicar esto necesitaría dos blogs y cuarto y mitad de otro, pero lo intento. A ver. Salí del colegio en el año 2001. A algunos llevaba sin verlos desde los pasillos donde hicimos Selectividad. Ayer, siguiendo la tradición generada hace unos cuantos años, nos reunimos por Navidad. Hablé con gente que me ha odiado, y a la que he odiado. Hablé con gente que me ha criticado hasta la saciedad, y el caso es que hasta me hizo ilusión. Gente con la que tengo muy poco que ver en estos momentos. Gente con la que no comparto más que 14 años entre las mismas paredes. Gente con ideas completamente distintas a las mías. Once me entenderá si digo que son 'encamisados'. (y 'encamisadas' también, ojo)
Podía imaginar que pasaría lo que pasó hasta las cuatro: copitas, conversaciones más o menos banales, algún que otro cotilleo, puestas al día... pero lo que pasó luego...

Diosssss ACABAMOS JUGANDO AL YO NUNCA...!!!!!!!!!!! OS PODÉIS IMAGINAR LA DE TRAPOS SUCIOS QUE ALLÍ SE SACARON????

No lo quiero ni pensar. Os ahorro las confesiones.

viernes, 22 de diciembre de 2006

Declaración de principios

Soy la parte no escrita de una novela inacabada. Me gustaría poder conocerme del todo. Me gustaría saber por qué siento lo que siento, o, mejor aún, qué coño es lo que siento. Me gustaría saber encajar los golpes, y, más difícil todavía, saber encajar las caricias. Saber encajar los piropos. ¿Qué mundo es éste, en que todo el mundo sabe responder a un insulto o una broma cruel, y cuándo te dicen algo bonito te quedas sin palabras? ¿Por qué pensamos que sólo existen poetas en las películas, que las frases bonitas son parte de un guión y nunca serán espontáneas?
Se acabó el estar con alguien sin sentirse mimado. Se acabó el estar con alguien y no mimarlo. Se acabó el querer decir algo y no decirlo. Se acabó el quedarse callado cuando te piropean. Se acabó el escatimar besos, piropos y caricias. Que son gratis, joder.

jueves, 21 de diciembre de 2006

En casa

¡Qué contenta estoy de estar aquí, leches!
:)

martes, 19 de diciembre de 2006

Lab-meeting

Ayer tuve mi lab-meeting. Explico un poco: normalmente, todos los grupos de investigación, ya sean más grandes o más pequeños, se reúnen una vez a la semana para discutir temas generales de funcionamiento del grupo, y además cada semana uno de sus miembros expone sus resultados hasta el momento. Eso nosotros lo hacemos los lunes a las 13.15, en el seminar room de la cuarta planta. Y ayer me tocó a mí. Como aún no tengo resultados, pues aún no he empezado con mis propios experimentos, lo que hice fue exponer mi proyecto, lo que quiero hacer y cómo lo quiero hacer (bueno, esto último algo más vagamente...).
La idea de este primer labmeeting era que los demás me dieran ideas de cómo hacer los experimentos, o incluso qué experimentos hacer o no hacer. Estaba bastante nerviosa... me trabé bastante al principio, me dio la impresión de que no sabía nada, aun habiendo leído millones de papers sobre mi tema. Sipi me preguntó algunas cosas que ya me las podría haber preguntado antes, y no delante de todos los demás, aunque dice Chino que mejor así, que se me forja el carácter. Bueno. Mamá Gallina me aconsejó sobre los transplantes celulares y la verdad es que todos en general se mostraron comprensivos... no estuvo tan mal como me hubiera imaginado, y ahora tengo un sentimiento algo confuso... por una parte estoy deseando que llegue Enero para empezar a hacer cosas, y por otro, me da un agobio pensar en toooooooooooodo lo que me queda por hacer... pero en verdad esta segunda parte es algo más leve... jejejejej... si es que es lo que yo digo, que si te gusta lo que haces, todo es algo más fácil.
Ya se me ha pasado un poco la mala sensación que tenía cuando escribí el post anterior... gracias por los comentarios ;)


Ah, y Bench ha colgado estrellas en el lab...



domingo, 17 de diciembre de 2006

La importancia de ser valiente

Por mi cumpleaños, durante nuestra estancia en Brno, mis compañeros de laboratorio me regalaron una tarjeta que tiene una doble hélice de ADN, y un montón de estas ovejitas enredadas en ella. Arriba del todo pone ¡Tus genes!, y con unas flechas que salen de la hélice, pone ¡Humor! ¡Inteligencia! ¡Pelo bonito! ¡Sexappeal! ¡Valor! ¡Larga vida!. La verdad es que la tarjeta es perfecta para científicos. Con ese pedazo de hélice de ADN en la portada... somos unos frikis.
El caso es que hoy la estaba mirando de nuevo, repasando las firmas por dentro, acordándome no sólo de ellos, sino de todos mis amigos en España. Y me ha venido a la mente lo que la gente me dice muy a menudo: qué valiente eres, Elena. Irte a Alemania, sola, a hacer el doctorado. La verdad es que siempre lo has sido, desde que eras un moco.
¿Siempre lo he sido? Yo no sé si es verdad. Sí que soy distinta de algún modo a muchos de mis amigos, pero dudo que sea la valentía lo que más nos diferencia. De hecho, creo que para ser valiente hay que tener fuerza de voluntad, y yo de eso ando escasa. A veces me reprendo por estar perdiendo el tiempo. Un valiente no pierde el tiempo nunca, estoy segura. A veces me dan ganas de estar en Sevilla, acurrucada en la mesa camilla con mi madre, haciendo nada. Un valiente sabe sobreponerse a esos pensamientos, yo me quedo apamplada dos días. En muchas ocasiones no pregunto todo lo que debiera, o miento diciendo que lo entiendo cuando no he pillado ni una sola palabra de la explicación. Un valiente pregunta, sin miedo a que le tomen por inútil. ¿Soy valiente? ¿Tiene algún mérito estar donde estoy?
Mis compañeros de aquí se sorprendieron al saber que sólo tenía 22 años (bueno, ahora ya 23). Que cómo era posible que estuviera ya haciendo el doctorado. Que tenía que ser superdotada o algo. Que sí, que sí, que eso de saber cuatro idiomas no era normal.
Que no. Que soy totalmente normal. De hecho, llevo exactamente 3 meses, desde que llegué el 17 de Septiembre, sintiéndome la más estúpida del globo. Que sí, que he aprendido un montón. Pero también me he agobiado, y he llorado, y he echado de menos, y me he querido volver, y he querido renunciar. Y lo haré muchas más veces durante los próximos cuatro años.
Porque no soy valiente, aunque lo ponga en una tarjeta. Aunque me quieran convencer. Y, como ya le dije a alguno de vosotros una vez, los cimientos más fuertes (o los que yo creía más fuertes) de mi personalidad, se tambalean peligrosamente, aunque por suerte se cambian por otros. ¿A alguien le ha pasado esto alguna vez?

sábado, 16 de diciembre de 2006

... y comieron perdices

Me mudo. Me cambio de país. Definitivo. Si el otro día me sentía orgullosa de ser española por los dichosos zapatos, hoy me convierto en alemana sólo por poder fardar de bodas bonitas, sencillas, naturales y sobre todo, cortas!!!
Ayer fue la fiesta de Navidad en el instituto, y me tuve que ir pronto para estar fresca esta mañana para la boda. Una pena, porque nos lo estábamos pasando genial. Bueno, esta mañana me he levantado, me he duchado, me he vestido (arreglada pero no disfrazada, no como hubiera ocurrido en Sevilla) y me he montado en el tram. He llegado a las 11 menos diez a la iglesia. A las once el cura nos ha llamado para que entrásemos. Seríamos unos 80 o 90, no más. La ceremonia ha sido súper sencilla, muy espontánea y el cura ha dicho cosas muy bonitas. Habrá durado unos 40 minutos como mucho. Hemos salido, se han hecho una foto (nada de fotógrafos profesionales, allí todos con nuestra cámara) en la puerta de la iglesia con la familia y hemos caminado hasta su casa (a unos 10 minutos de la iglesia). Hemos entrado, nos han ofrecido champán y comida bávara y hemos estado charlando, en un plan relajado y natural, como si estuviéramos en la cafetería cualquier día. Les han regalado una Simson Schwalbe original, preciosa, y se han dado un paseo calle arriba y calle abajo. Les hemos dado nuestro regalo (un vale para un viaje en globo sobre Dresden) y chimpún. A casa.
Creo que me voy a forrar exportando este formato de bodas exprés...


jueves, 14 de diciembre de 2006

Orgullo patrio

ufffffffffffff qué estrés pordiosdemivida. Odio la Navidad, y odio aún más salir a comprar en Navidad. De hecho, nunca salgo a comprar en Navidad. Los regalos los hago en casa, porque odio las muchedumbres, odio los empujones, el vestirme y desvestirme cada vez que salgo o entro en una tienda, odio el olor a comida en la calle, odio.... todo eso, ya me entendéis.
Bueno, pues resulta que el día ha llegado. Mi jefe se casa pasado mañana y yo no tengo zapatos.

Horreur.

Total, que he tenido que salir hoy a comprar. Dresden, capital de Bundesland. Weihnachtsmarkt por aquí, Striezelmarkt por allá, Glühwein por acullá, olor a Stollen por toooooda la ciudad, millones de alemanes ansiosos y forrados con ropa hasta las orejas empujando y arrollando al resto... y yo buscando unos zapatos. En Alemania. El reino de la ropa hortera. Zapatos con muchos adornos, con pocos adornos, con mucho tacón, sin tacón, con unos brillos raros, sin forma ninguna... me habré probado 5 pares en cada tienda. Y al final, he acabado entrando en Mango.

Y qué queréis que os diga, pero nunca me he alegrado tanto de ser española.

martes, 12 de diciembre de 2006

Injusticias

Como os contaba, algo cambió la noche de la botella de ron. Gracias a eso, los días lluviosos he salido de casa con una sonrisa. He sabido alegrarme incluso cuando el maldito gel que he repetido 3 veces no ha salido. He sabido comer con alegría la 'crapy food' de la cantina y he sabido disfrutar aún más si cabe del despertar cada mañana.
Algo cambió, y el agente responsable del cambio se encuentra ahora a 12500 km (doce mil quinientos, que se dice pronto), disfrutando del verano austral. Y yo aquí. ¿Es que hay derecho?

Al menos me dejó en prenda a Martin Luther (martinlúter o martin para los amigos) que me mira con ojitos tiernos, como compadeciéndose de mí...


sábado, 9 de diciembre de 2006

Definiendo prioridades

Esta semana han pasado muchas cosas: tras unos días IKEAndo, ya tenemos cocina nueva:

Además, nos han puesto el balcón, porque más de uno ha estado a punto de caer al vacío al abrir la puerta del mismo...
Sipi ha resuelto las dudas de solapamiento de mi proyecto con el de Bench, lo cual me tranquiliza sobremanera. He conseguido comprar una estantería por 10 euros y Sankt Nikolaus me trajo chocolate el día 6. Aún no ha llegado el frío y sigo pudiendo ir en bici al lab. El domingo, mis primos tuvieron a su segundo hijo, un pepón de 3 kilos 900 gramos llamado Álvaro y que estoy deseando conocer. En el lab han puesto un pedazo de árbol de Navidad y los enanos se pasaron toda una tarde decorándolo. El jueves tuvimos a Walter Gehring dándonos una charla sobre la evolución del ojo. Al final, ese abuelito que sabe tanto, que destila sabiduría, nos dijo que, por mucho que pudiera llegar a saber sobre su tema, nunca entendería la belleza de los ojos de una mujer.
Han pasado, como digo, muchas cosas dignas de mención. Pero la más importante es que algo cambió durante esa noche que os contaba, la de la botella de ron.
Y hoy, aunque no haya salido el sol, también hace un buen día.

lunes, 4 de diciembre de 2006

Night watchers

El sábado me bebí con dos amigos una botella de ron, y estuvimos de charla hasta las 8 de la mañana. Se acabó el ron, fuimos a por cervezas. Se acabaron las cervezas, salió el sol.
Y el domingo hizo muy buen día.

viernes, 1 de diciembre de 2006

Mi primer lab retreat

Me fui el martes a Brno, en plan friki, al monasterio donde Mendel hizo sus experimentos con los guisantitos. Después de siete horas en bus, llegamos al hotel y nos llevaron a cenar a un restaurante en el que tardaron una hora y media en traernos la comida. Pero ¡ay de nosotros! a partir de ese preciso instante en el que nos pusieron el plato por delante no paramos de comer hasta hoy al mediodía. Nos acostamos temprano y a la mañana siguiente nos desplazamos al Mendel Center (en el monasterio) y empezamos con las charlas. Tres charlitas, café con pasteles, tres charlitas, a comer a una fábrica de cerveza (Starobrno). Luego visitamos el Museo Mendel y la biblioteca donde el amigo Gregor estudiaba y luego dos horitas de poster session. Tuve que explicar el mío unas cinco seis veces y cada vez iba ganando más confianza. Todo esto regado con cervecita y comida a punta pala. Nivel basal de glucosa: por las nubes.
Luego nos llevaron a cenar a unas catacumbas. No miento. Ambientación medieval. Carne de no sé qué animal troceada como Dios les dio a entender, todo por supuesto con sus cervecitas a precio de agua. De postre me trajeron un pedazo de tarta con una bengala y me cantaron Happy Birthday. Me firmaron una tarjeta con un ADN en la portada y yo muy homesick me dejé llevar por la noche. Trasladamos la fiesta a un pub donde el DJ podría haber sido sustituido por una lista reproducción del iTunes y bueno, jugamos unas partiditas de taka taka y nos fuimos al hotel.
Fue duro a la mañana siguiente volver a desplazarse al monasterio, pero más duro fue aguantar tres charlas, café con pasteles, cinco charlas y más comida todavía. Para bajar el nivel de colesterol en sangre y de alcohol en hígado, fuimos a visitar Brno. Bonita pequeña ciudad, no puede negar su reciente pasado comunista. Gente amable y esfuerzos por adecentarla con respecto al resto de Europa. Subimos al castillo de Spilberk y miramos dentro de un pozo de 190m de hondo. Volvimos al monasterio y, siendo frikis del todo, nos hicimos una foto con Mendel y sus guisantes. Ya os la enseñaré. Dos horitas de poster session y algunas ideas para mi proyecto. Y luego, cómo no, a seguir comiendo. Nos montamos en el bus y tras una hora de trayecto hasta lo más profundo de Moravia llegamos a unas bodegas donde, nada más entrar, la bofetada de alcohol nos hizo caer borrachos. Probamos unos 10 vinos distintos y luego nos dieron de comer grasa en todas sus variantes (torreznos, para extenderla, en butifarra blanca y negra, en salchicha, en morcilla...). Esta vez no hubo cerveza, sólo vino, y también música folklórica checa. Un poco saturados de CCC (Ciencia, cerveza y cerdo) nos fuimos a dormir. Esta mañana, carretera y manta.

Home sweet home.